Según Iván Zaro, coordinador del área de Salud de la Fundación Triángulo ha aumentado en España la prostitución masculina de manera considerable, el perfil es el de un joven de entre 28 a 30 años latinoamericano. No obstante la nacionalidad que más impera es la brasileña, pero también hay venezolanos, mexicanos, rumanos y búlgaros, marroquíes y argelinos. Se estima que en España puede haber unos 4.000 chaperos.

Aunque la presencia de españoles es menor que el resto de nacionlidades esta se ha multiplicado por tres con la llegada de la recesión económica.

Las diferentes formas de ejercer la prostitución masculina son:

  • En pisos. Bien sea en sus propios pisos o gestionados por proxenetas.
  • En saunas. Acceso restringido unicamente a hombre ofreciendo su servicio en cabinas de masaje.
  • En la calle. Estos servicios se limitan a determinadas zonas de las grandes urbes. Estos servicios los suelen ofrecer personas con el nivel socioeconómico más bajo.
  • En prensa. Es la fórmula clásica de publicidad: un texto sugerente y un número de contacto para contratar el servicio.
  • En internet. Es la forma de publicitar los servicios sexuales que mayor crecimiento ha experimentado. Los portales específicos ofrecen galerías fotográficas, con datos personales y especialidades profesionales, además de la nacionalidad, preferencias y precio entre otros.